Este sábado 31 de mayo, en el marco de la fiesta de la Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel, se realizó la Asamblea y Peregrinación Jubilar del Decanato Capital, que culminó con la celebración de la Santa Misa en la Catedral Basílica y Santuario de Nuestra Señora del Valle.
La actividad comenzó en el Salón Beato Mamerto Esquiú del Centro Educativo y Cultural Diocesano Virgen del Valle, donde sacerdotes, religiosas, laicos, representantes de movimientos, áreas pastorales e instituciones parroquiales se reunieron con el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč. En su mensaje inicial, el prelado animó a todos a vivir con esperanza este Año Jubilar y a trabajar por una Iglesia en salida, en sintonía con el llamado del Papa Francisco.
El vicario de Pastoral, padre Julio Murúa, profundizó sobre el sentido de este encuentro, destacando que se trata de “una reunión con una participación bien amplia, donde se expresa el deseo de participar, aportar con la presencia y la palabra. Y está acompañada de un clima festivo que nos ayuda a renovar nuestra vida de bautizados, de creyentes, de evangelizadores y misioneros”. Además, recordó el camino iniciado en la Gran Asamblea Diocesana del 2022, que sentó las bases de las diez líneas pastorales que hoy se continúan profundizando.
El padre Murúa también remarcó que “haciendo este camino surgió la propuesta de la Iglesia Universal de avanzar en el estilo sinodal, caminar juntos”, subrayando que esto implica “una actitud de escucha, de diálogo y de discernimiento comunitario”, fortaleciendo la participación y la corresponsabilidad entre todos los bautizados. Este recorrido fue acompañado por la proyección de un video institucional sobre dichas líneas pastorales.
Más adelante, el padre Oscar Tapia, párroco de la Sagrada Familia, presentó oficialmente el proyecto del Año Esquiudense, a celebrarse desde el 10 de enero de 2026 hasta el 11 de mayo de 2027, con motivo del bicentenario del nacimiento del Beato Mamerto Esquiú. “Tenemos otra marca de identidad que es el Padre Esquiú, un modo de ser cristiano catamarqueño íntegro, y esta marca de identidad la tenemos que recuperar”, afirmó Tapia, quien también llamó a “valorar que Dios nos ha dado un beato que también es un prócer de la Patria”.
La jornada continuó con trabajos grupales, un plenario y luego la Peregrinación Jubilar hacia la Catedral, animada por el grupo Yanai. Al atravesar la Puerta Santa, los peregrinos obtuvieron la indulgencia plenaria de este Jubileo 2025, mientras compartían cantos y oraciones por las calles céntricas, acompañados de gestos fraternos de los transeúntes.
Al llegar al Santuario, se celebró la Eucaristía presidida por Mons. Urbanč. En su homilía, reflexionó: “Estamos compartiendo esta mañana de sábado como agentes de pastoral al lado de María, culminando esta jornada de reflexión, de oración, de encuentro”. Destacó que se trabajó especialmente sobre la décima línea pastoral referida a la violencia, “de la cual nos tenemos que liberar”. Y añadió: “Cristo permitió que toda nuestra violencia cayera sobre Él, para que nosotros fuéramos artífices de paz”.
Concluyó invitando a todos a “ser los artífices de esa paz en el mundo en el que nos toca vivir”, y pidió poner en manos de la Virgen del Valle todo lo vivido durante esta media jornada. “María nos ofrece ese don de la paz, pero para nosotros es don y tarea”, dijo, deseando que esta preocupación por la paz se traduzca en acciones concretas que construyan una sociedad más justa y solidaria.