El encuentro estuvo encabezado por Guillermo Francos y reunió a funcionarios nacionales, legisladores, empresarios y sindicalistas. El sector privado planteó la necesidad de reducir la informalidad y revisar la presión fiscal.
El Consejo de Mayo volvió a reunirse este lunes en la Casa Rosada con la reforma tributaria como eje central de la agenda. El encuentro estuvo liderado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y se dio tras el viaje del presidente Javier Milei a Estados Unidos, en un contexto marcado por la campaña electoral rumbo a los comicios legislativos del 26 de octubre.
De la reunión participaron el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; los secretarios Carlos Guberman (Hacienda) y Julio Cordero (Trabajo); el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo; el jefe del bloque PRO en Diputados, Cristian Ritondo; la senadora Carolina Losada; el diputado Luciano Laspina; el senador mendocino Martín Kerchner Tomba; además del secretario general de la Uocra, Gerardo Martínez, y el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini.
Rappallini advirtió sobre el alto nivel de informalidad en la economía: “Argentina tiene 52% de presión fiscal y recauda apenas el 28%. Eso quiere decir que hay una gran parte que no paga. Si logramos que todos contribuyan, vamos a poder tener un proyecto de crecimiento”. También manifestó preocupación por las restricciones financieras y el impacto de las altas tasas de interés en la actividad industrial.
El Consejo de Mayo, creado para consensuar políticas en torno al denominado Pacto de Mayo, trabaja en la elaboración de un informe que se presentará a fin de año con propuestas de reformas legislativas en materia tributaria, laboral y previsional.
Un funcionario del oficialismo reconoció que el escenario legislativo es todavía adverso: “El Congreso no está conformado de manera tal que los proyectos que nos interesan salgan. La intención es tejer acuerdos para avanzar en los cambios estructurales”.