Durante la noche del sábado 3 de mayo, las familias de Catamarca se congregaron masivamente en la Catedral Basílica para rendir su homenaje a la Virgen del Valle, en el cierre del Septenario y dentro del marco del Jubileo 2025. Participaron miembros de la Pastoral Familiar, el Movimiento Familiar Cristiano, Grávida, Renacer y Faviatca (Familiares de Víctimas de Accidentes de Tránsito de Catamarca), entre otras agrupaciones.
La Santa Misa fue presidida por el padre Marcelo Amaya, referente de la Pastoral Familiar en la diócesis, y concelebrada por el rector del Santuario, padre Juan Ramón Cabrera. Fieles y peregrinos desbordaron el templo en una muestra de fe, devoción y unidad familiar.
“Venimos a los pies de Nuestra Madre como familias, a pedirle a Ella, que es la Reina de nuestros hogares”, expresó el padre Amaya al iniciar su homilía. Remarcó la tradición de generaciones que han transmitido la fe a través del amor a la Virgen, destacando que “María siempre quiere llevarnos a Jesús y estar presente en la vida de toda familia cristiana”.
En sintonía con el Año Jubilar convocado por el Papa Francisco, cuyo eje es la esperanza, el sacerdote llamó a reflexionar sobre el rol de la familia en tiempos de crisis. “Vivimos en una sociedad fragmentada, golpeada por la violencia, el alcohol, las drogas. Pero necesitamos mirar con esperanza esta realidad. Si la familia está sana, la sociedad también lo estará”, sostuvo.
Los alumbrantes de las agrupaciones participantes tuvieron un rol activo en la liturgia, guiando la celebración, proclamando las lecturas, presentando las ofrendas y elevando plegarias por todas las familias.
Al concluir, la comunidad entonó cantos marianos en alabanza a la Virgen del Valle, renovando el compromiso de seguir caminando en la fe y en unidad, fortaleciendo el tejido familiar y comunitario.
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