La localidad de Piedra Blanca vivió este domingo 11 de mayo una jornada cargada de fe y emoción al conmemorarse el 199º aniversario del natalicio del Beato Mamerto Esquiú, en la explanada del histórico templo San José, donde se celebró la misa central y se llevaron a cabo los actos principales.
La festividad coincidió con el Domingo del Buen Pastor y la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, en el marco del Año Jubilar que transita la Iglesia en todo el mundo. El lema elegido fue “Peregrinos de esperanza”, y la reflexión giró en torno al Beato como “pastor y peregrino, testimonio de santidad”.
Fieles de distintas parroquias del Decanato Centro peregrinaron hasta la Puerta Santa para recibir las indulgencias plenarias, siendo protagonistas de una celebración que unió fe, tradición y comunidad. La misa fue presidida por el P. Juan Olmos y concelebrada por una decena de sacerdotes, entre ellos el párroco local Carlos Robledo y religiosos franciscanos. También participó el P. Luis Zalazar, llegado desde la Villa Cura Brochero junto a un grupo de peregrinos.
El acto litúrgico contó con la presencia del vicegobernador Rubén Dusso, la intendenta Alejandra Benavidez, el senador Guillermo Ferreyra, autoridades del Concejo Deliberante, miembros de las fuerzas de seguridad y cientos de fieles, gauchos y peregrinos.
En su homilía, Fr. Julio Bunader destacó el profundo sentido vocacional de la vida del Beato y la importancia del contexto familiar que forjó su espiritualidad: “Aquí nació, en un hogar humilde, un niño que fue sembrado en las virtudes del Evangelio. Su familia, trabajadora y creyente, fue clave en su camino de santidad”. También remarcó que “las vocaciones no surgen al azar, se cultivan en contextos donde Dios está presente”, llamando a las familias a generar esos espacios de fe y escucha.
Al finalizar la misa, el P. Zalazar entregó como obsequio un poncho que estuvo en contacto con las reliquias del Santo Cura Brochero, destinado a llevar consuelo a los enfermos de la comunidad. También entregó un cuadro, estampas y recuerdos firmados por su agrupación gaucha.
El cierre de la jornada fue con la procesión de la imagen del Beato Esquiú por las calles de Piedra Blanca, acompañada por las reliquias del Cura Brochero, los sacerdotes y los fieles, culminando en su Casa Natal con los sones de la Banda de Música de la Policía.