viernes, junio 27, 2025

“Los cagaron de arriba de un poste”: Milei lanzó su campaña bonaerense con un ataque total al kirchnerismo

En un centro de convenciones repleto en Gonnet, Javier Milei empezó de manera anticipada campaña del oficialismo para las elecciones del 7 de septiembre, cuando se elegirán cargos locales en la provincia de Buenos Aires. Rodeado por ministros, dirigentes y militantes de La Libertad Avanza, el Presidente fue presencialmente al conurbano para redoblar su embestida contra el kirchnerismo, esta vez apuntando con nombre y apellido: Axel Kicillof fue calificado como un “pichón de Stalin” y la provincia que gobierna, como un territorio “casi medieval” donde “los cagaron de arriba de un poste”.

“El milagro argentino tiene truco”, dijo Milei, y explicó que su receta mágica no era otra que el equipo de ministros que lo acompaña. Elevó a figuras como Sandra Pettovello, Federico Sturzenegger y Mario Lugones como los verdaderos “arquitectos” del cambio, agradeciendo también a Karina Milei por la “titánica tarea” de armar el partido en todo el país.

Con la idea declamada de replicar el modelo libertario en el principal distrito electoral del país, Milei propuso una lectura épica del presente: “Hoy las campanas de la historia vuelven a sonar y la fortuna le presenta otra oportunidad a la Argentina”. Para el mandatario, el kirchnerismo agotó su ciclo y el mandato popular es terminar con el “sistema de castas”. Pero advirtió que la verdadera transformación no se juega en la Casa Rosada, sino en los gobiernos provinciales y municipales, especialmente en Buenos Aires, “donde gobiernan los mismos hace casi cuatro décadas”.

Desde el escenario, Milei ofreció una pintura sombría del estado de la provincia: solo el 46% de los estudiantes llega a sexto grado con los conocimientos esperados, denunció, y dijo que “nivelaron la educación para abajo” eliminando la repitencia. En infraestructura dijo que el 23% de los hogares no tiene agua potable, el 40% no tiene cloacas, y el 35% no tiene gas de red. En seguridad, remarcó que en 2024 La Matanza duplicó la tasa nacional de homicidios per cápita, y cargó contra la falta de adhesión a la ley de reiterancia y el rechazo a la baja de imputabilidad.

“Dato mata relato”, repitió Milei como mantra para descalificar el relato kirchnerista. Y agregó: “En el último trimestre de 2023, la provincia aumentó su deuda en 1,3 billones de pesos. Son amantes del déficit fiscal, pero critican la deuda. Es desopilante”.

El Congreso partidario en Gonnet, sin estar formalmente planteado como acto de campaña, funcionó como tal. Reunió a unos 1.200 dirigentes, funcionarios y técnicos desde temprano, con debates temáticos sobre salud, justicia, economía y desregulación, hasta el discurso de cierre del propio Milei.

El objetivo del evento fue doble: por un lado, preparar el desembarco electoral en la provincia; por el otro, consolidar el músculo interno de La Libertad Avanza de cara a una eventual integración con el PRO. En paralelo a los discursos, avanzan las negociaciones por listas compartidas, aunque todavía sin definiciones.

En su discurso, Milei también rescató una frase de Maquiavelo para justificar su lectura de época: “La fortuna varía y los hombres prosperan mientras armonizan con ella”. Para el libertario, el momento actual es “el momento de la libertad” y por eso “hay que sintonizar con la historia”.

El Presidente no dejó lugar para medias tintas: el eje de su cruzada es “kirchnerismo o libertad”. Y esta vez, su artillería pesada apuntó con fuerza hacia el sur del AMBA.

“Toto fue elegido el mejor ministro de la historia”

En su estilo provocador habitual, el Presidente no ahorró descalificaciones ni ironías al referirse al gobernador bonaerense. “El soviético suma con dificultad, no puede sumar ni con un ábaco”, dijo sobre Kicillof, y lo responsabilizó por un esquema fiscal “imposible de sostener sin seguir endeudando o subiendo impuestos”. En la misma línea, aseguró que el déficit bonaerense, sumado a vencimientos de deuda e inversiones financieras, obligan al distrito a buscar $2,5 billones de financiamiento. “Nunca se le pasó por la cabeza bajar el gasto público”, remató.

También apuntó con dureza contra Martín Guzmán, a quien calificó como “el pasante” y acusó de ser “cómplice del genocidio del encierro durante la pandemia”. Milei sostuvo que el gobierno anterior “mató a 100.000 personas de más” por mantener medidas sanitarias que, según él, solo respondían a las encuestas. “Lo padecí en carne propia cuando era diputado. El presupuesto mostraba una baja del déficit, pero con un gasto público en aumento real. ¿A quién le hacían el ajuste? Al sector privado”, lanzó.

Como contraste, el Presidente destacó los logros de sus ministros. “Toto [Caputo] fue elegido mejor ministro de Economía del mundo. Federico [Sturzenegger] asesora a otros países y es consultado por el FMI”, enumeró. Y reveló que incluso Patricia Bullrich había sido contactada por el Fondo para conocer cómo logró mantener la paz social durante el ajuste. “Esto no lo logró un grupo de improvisados”, insistió, elevando a su gabinete como modelo de eficacia técnica y política.

En su narrativa, el “milagro argentino” no es un eslogan vacío, sino el resultado de una combinación de diagnóstico crudo, ortodoxia fiscal y respaldo político firme. El Congreso libertario en Gonnet fue, para Milei, la plataforma ideal para dejar en claro que la “segunda batalla” del cambio se dará en la provincia de Buenos Aires. Y que está dispuesto a darla sin anestesia.

Se dedicó a criticar la gestión de Kicillof

Milei también contrastó la situación fiscal nacional con la que, según él, atraviesa la provincia. Reivindicó su política de ajuste y la calificó como “expansiva”: “Ajustamos 15 puntos del PBI y el PBI creció, bajamos la inflación y sacamos a 10 millones de personas de la pobreza. Eso es un milagro, pero ya saben el truco: este equipo de talentos”, aseguró. Frente a ese panorama, dijo, la provincia de Buenos Aires es lo opuesto: “lloran por el endeudamiento nacional mientras la están llevando a la quiebra”.

En ese tono, arremetió con una traducción “al español” de sus cálculos fiscales: “Todo para crear un Estado que, tratando de hacer todo, no cumple ni lo básico”, y sentenció que “la única forma de desendeudar al Estado es cortando el gasto público”.

La crítica política tampoco faltó. Según Milei, Kicillof “basó su estrategia en la oposición ciega al plan del Gobierno nacional”. Y enumeró: “Si nosotros eliminamos un impuesto, él duplica otro. Si cerramos una oficina pública, él abre dos y mete a todos los echados más otros tantos”. Como ejemplo, dijo que mientras el Ejecutivo nacional redujo 50.000 empleos públicos, la administración bonaerense incorporó 20.000 nuevos en lo que va del año.

Con estas acusaciones, el Presidente buscó acentuar el contraste ideológico y administrativo con el gobernador peronista, en lo que ya configura el eje central de su estrategia electoral en el principal distrito del país.

Milei no sólo cuestionó la gestión económica y administrativa de Kicillof, sino que directamente lo acusó de proteger a quienes agreden a su espacio político. “Una de las personas que echamos fue reabsorbida por Kicillof y fue la que atacó la casa del Profe Esper (por el diputado José Luis Espert). La detectamos gracias al trabajo de la doctora Bullrich”, afirmó, aludiendo a José Luis Espert y a su ministra de Seguridad. Según el Presidente, mientras él aplica la “motosierra”, el gobernador “se dedica a gastar lo que no tiene”.

Volvió a cargar contra la consigna kirchnerista de “más Estado”, y la tildó de “postura infantil” y “razonamiento limitado”. En su diagnóstico, el Estado presente no solo fracasó, sino que llevó a la provincia a una “espiral descendente de miseria”. Si se persiste en ese rumbo, advirtió, Buenos Aires “se convertirá en una villa miseria gigante”.

Con tono apocalíptico, describió un territorio dominado por la violencia, el analfabetismo y la ausencia de legalidad. “Un Estado de la naturaleza, donde no hay imperio de la ley ni contratos que valgan”, afirmó. Y citó a Milton Friedman para reforzar su punto: “El propósito de un sistema es lo que hace. Un sistema se juzga por sus resultados, no por las intenciones de sus creadores”.

Finalmente, Milei arremetió con una definición categórica: “No se equivoquen. A esta gente lo único que le importa es el poder. La gente les sirve sólo para perpetuarse en el Estado y parasitarnos”. De esta forma, cerró su intervención con un llamado implícito a desplazar al kirchnerismo del poder en el distrito más poblado del país.

JJD

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